jueves, 24 de enero de 2013

¿Razones para acomplejarse?


Al ser la boca una zona tan noble e importante, las más mínimas incomodidades en ella son causa frecuente de complejos asociados a falta de seguridad y baja autoestima.
Aproximadamente un 89% de los pacientes adultos se presentan en la consulta con algún grado de acomplejamiento por trastornos relacionados a la cavidad bucal.

Lo que se ve y lo que no...

Y no sólo los problemas estéticos son razón de complejos.

El dolor crónico sin diagnóstico ni tratamiento genera un estado de incertidumbre e inseguridad. Los aparatos protésicos desadaptados, la movilidad dentaria, el mal aliento y la pérdida precoz de piezas contribuyen al derribamiento de la autoestima, reflejándose en todos los aspectos de la vida.


¿Debería usted acomplejarse?

No, de ninguna manera. Sin embargo, analicemos los distintos tipos de complejos que puede poseer (incluso sabiendo que no debería hacerlo):

1- justificados y con patología. La halitosis o la falta de piezas amenazan su vida social y generan inseguridad. Se resuelven simplemente con el tratamiento.

2- justificados sin patología. Son las malposiciones dentarias y las anomalías de forma o color las causas de constante preocupación. Otra vez el tratamiento suele resolver el complejo.

3- injustificados. La razón no radica en la boca, así el paciente asocie su complejo a anomalías imperceptibles. El manejo de estos casos es a veces interdisciplinario.

 Pero, ¿cómo se enfrenta un complejo?

El paso más importante es el primero: Ingresar por primera vez o después de mucho tiempo a la consulta odontológica. Hablar sobre los temas que lo acomplejan no suele ser facil, pero tras la consulta habrá experimentado algo sorprendente. No sólo era sencillo hablar (el profesional está habituado a tratar casos similares), sino que también ya habrá iniciado el camino a la recuperación.

 ¿Cuál es el fin?

Basados en tres principios básicos (Rehabilitación total, Prevención contínua y Estética integral), el fin es lograr un estado de salud y equilibrio óptimos donde desaparezca todo proceso patológico, y no necesite sino consultas anuales para control de las maniobras de higiene que usted mismo sabrá aplicar.